lunes, 16 de octubre de 2017

Gestionar las críticas




Gestionar las Críticas


Es «voluntad de Dios» que seamos creativos.

Y aun así, al no comprenderlo, juzgamos, señalamos y criticamos cuando alguien es creativo o algo es diferente; por ello es imprescindible gestionar las críticas.
Ahora bien, es importante que seamos capaces de distinguir las críticas útiles de las otras. Muchas veces necesitamos ser nosotros mismos quienes hagamos la distinción, sin el beneficio de una defensa pública. Como artistas somos mucho más capaces de hacer estas distinciones de lo que la gente pudiera pensar. Las críticas directas, si son agudas, dan con frecuencia al artista una sensación interna de alivio: «¡Ah, ajajá! Así que es eso lo que le pasa». Al final las críticas útiles nos dan una pieza más del puzle de nuestra obra. «Las palabras que iluminan el alma son mucho más preciosas que las joyas». AZRAT INAYAT KHAN

 Las críticas inútiles, por otro lado, nos dejan con la sensación de haber sido vapuleados. Por regla general tienen un tono fulminante que avergüenza; su contenido es ambiguo y sus condenas son personales, imprecisas o globales. No hay nada que extraer de las críticas irresponsables. Estás lidiando con un niño interior. El abuso artístico de un niño provoca una rebelión que genera un bloqueo. Lo único que se puede hacer con las críticas abusivas es curarse de las heridas que ocasionan.

Hay ciertas reglas para el camino que son útiles a la hora de enfrentarse con cualquier forma de crítica, tales como:

 1. Recibe todas las críticas completas y de una sola vez.
 2. Toma nota de los conceptos o las frases que te molesten.
 3. Toma nota de los conceptos o las frases que te resulten útiles.
 4. Haz algo muy gratificante para ti, como leer una crítica positiva del pasado o recordar un elogio.
 5. Recuerda que incluso si has hecho una obra de arte realmente horrible puede que sea un paso necesario para tu siguiente obra. El arte madura de forma espasmódica y precisa de etapas de crecimiento tipo patito feo.
 6. Mira la crítica de nuevo. ¿Te recuerda a alguna crítica de tu pasado, alguna crítica de tu infancia particularmente vergonzante? Admite en tu fuero interno que la crítica actual está despertando el dolor de una antigua herida.
 7. Escribe una carta al crítico (probablemente para no enviarla). Defiende tu trabajo pero trata de reconocer cualquier aspecto que te resulte útil de la crítica que profirió.
 8. Vuelve a cabalgar. Asume el compromiso inmediato de hacer algo creativo.
 9. Hazlo. La creatividad es la única cura para la crítica.
«Los artistas que buscan perfección en todas las cosas son aquellos que no pueden alcanzarla en nada». EUGÈNE DELACROIX

Extracto del libro: El Camino del artista de Julia Cameron